Las facultades se resienten con la edad: Los Reflejos, La Vista y El Oído, o La Atención, no responden igual que cuando se es joven.
Por ello, la experiencia de la edad es el mejor seguro de vida.
La experiencia adquirida con los años es buena compañera de viaje, pero no es la única referencia. Los tiempos cambian, las normas de tráfico, la tecnología, y la propia persona cambia.
Las revisiones médicas son muy importantes, puesto que nos sirven para detectar nuestras condiciones físicas y nuestros niveles de audición, visión,etc.
Muchas veces se echa la culpa de los accidentes al comportamiento de los conductores, pero los peatones tenemos la misma responsabilidad y, además, vamos sin protección.
- Hay que ser consciente de que los reflejos y las condiciones físicas, con la edad, no son como antes. Por ello, hay que tenerlo en cuenta y actuar sin correr riesgos, puesto que nunca son necesarios.
- Para cruzar, hay que esperar sin bajar de la acera. Mirar a los dos lados y asegurarse de que los vehículos se han parado antes de iniciar el cruce.
- Los pasos de peatones o semáforos son los lugares más seguros para pasar. Si no los hay, se aconseja buscar zonas con amplia visibilidad y cruzar por el camino más corto, en línea recta.
- Las plazas o glorietas hay que rodearlas, nunca se pueden atravesar.
- Si no hay acera, hay que ir por el lado izquierdo de la calzada, igual que cuando se camina por carretera.
PARA CRUZAR UNA CALLE SE NECESITA MÁS TIEMPO QUE CUANDO SE ERA JOVEN.